¿Cuál es el origen de Los Talcigüines de Texistepeque?

Esta tradición forma parte de una de las costumbres más conocidas de la Semana Santa en El Salvador.

¿Cuál es el origen de Los Talcigüines de Texistepeque?
Foto: EDH.

Cada año en Texistepeque, Santa Ana, precisamente el Lunes Santo, vestidos completamente de rojo y con capuchas, y un látigo de cuero, los talcigüines salen a las calles a azotar a la gente de la ciudad para limpiar sus pecados.

La palabra talcigüin viene del nahuat significa “hombre endiablado”, por eso el traje típico hace alusión al maligno y su  origen se evoca en el retiro que vivió Jesús en el desierto durante 40 días y 40 noches y fue tentado. Cuya batalla es un ejemplo de la lucha del bien contra el mal, en la que termina ganando siempre el lado bueno, la bondad y sacrificio.

Según la tradición, los talcigüines se encargan de "limpiar los pecados" de los visitantes, y el recibir latigazos es una forma de penitencia por los pecados cometidos. Ellos recorren el parque central y calles principales de Texistepeque buscando a personas de distintas edades para "purgarlas" de sus pecados de esa forma.

Foto: EDH.

La tradición inicia con una misa en la Parroquia de San Esteban, frente al Parque Central, a las 8:00 a.m., una vez finaliza, todos los talcigüines se reúnen a un costado de la iglesia para terminar de alistar los últimos detalles.

Luego comienzan a salir corriendo desde el interior de la parroquia para ir por todas las calles, principalmente el Parque Central del lugar para repartir latigazos a los asistentes y “limpiar” sus pecados.

Mientras sucede esto, una persona representando a Jesús, con su túnica morada, en su mano derecha lleva una campana y en la izquierda una cruz y que arrastra varios metros, va venciendo a los talcigüines que se encuentra.

Foto: EDH.

Para esto, al llegar a cada esquina, Jesús busca en los cuatro puntos cardinales a los talcigüines escondidos y levanta la cruz. Aquéllos salen de su escondite y realizan una batalla en la que caen vencidos ante él.

Posteriormente, al recorrido por todas las calles principales, Jesús llega frente a la iglesia y va venciendo a cada uno de los talcigüines, luego de pasar su campana y poner su cruz sobre el rostro, estos se rinden formando una larga fila. Este es el momento culmen de la tradición.

Se estima que esta tradición ronda los 150 años de existencia, y durante la representación participaron 59 talcigüines, quienes deben ser originarios del lugar para poder formar parte de esta tradición.