Una celebración para los que ya no están

El Día de los Difuntos es un día festivo religioso celebrado por algunas iglesias cristianas, se conmemora a aquellas personas que han muerto, denominadas fieles difuntos. Existen algunas creencias populares y de origen pagano acerca del este día, Por ejemplo, los campesinos de varios países católicos tienen la ferviente creencia que, en la noche de los difuntos, estos vuelven a las casas donde habitaban.

Esta tradición se celebra en todo el mundo, pero de diferente forma según su región, a nivel nacional en nuestro país, muchas familias acuden al cementerio donde tienen a sus parientes para pasar un momento con ellos y colocarles flores.

En Usulután, el cementerio municipal se llenó de colores, familias enteras llevaban arreglos naturales o artificiales para conmemorar a los que ya no están con nosotros. Durante muchos años han crecido algunos árboles en ciertas partes y de alguna forma benefician a las personas ya que descansan y se refrescan bajo su sombra.

Días antes muchas personas acuden al cementerio a arreglar las tumbas, por ejemplo, pintarlas, quitar la maleza y dejarlas bonitas para que el propio 02 de noviembre solo lleguen a colocar flores.

Enflorar a nuestros seres queridos se ha convertido en una tradición, una que perdurará por muchos años y que las nuevas generaciones seguirán desarrollando. Niños, adolescentes, ancianos entre risas y lágrimas acudían al cementerio para recordar quienes en vida fueron grandes seres humanos.

Nunca muere quien se va, muere quien se olvida.