El primer Clásico de la temporada no defraudó. El Real Madrid mostró carácter y contundencia para darle vuelta al marcador y quedarse con tres puntos que refuerzan su liderato en LaLiga.

Durante el Clásico también se vivieron tensiones fuera del campo: el entrenador Hansi Flick no pudo dirigir desde el banquillo, luego de que se confirmara la sanción de un partido por su expulsión anterior frente al Girona. En su lugar, el asistente Marcus Sorg asumió las funciones tácticas y fue quien dirigió al Barcelona desde la línea técnica.

El encuentro comenzó con un ritmo intenso, el primer tanto del partido fue a manos de Kylian Mbappé, el cual fue anulado por fuera de juego, pero la respuesta del madridista no tardó, a los 22 minutos el francés volvió a anotar abriendo de manera definitiva el marcador, desatando la euforia del Bernabéu. 

El Barcelona logró el empate a los 38 minutos, gracias a un disparo preciso de Fermín López tras una jugada colectiva que sorprendió a la defensa blanca.

Poco antes del descanso, Jude Bellingham selló la remontada al 43’, aprovechando un rebote en el área para decretar el 2-1 definitivo.

En el complemento, el conjunto dirigido por Xabi Alonso manejó el ritmo del partido con inteligencia, neutralizando los intentos de reacción del Barça y consolidando una victoria clave ante su eterno rival.

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida por Real Madrid C.F. (@realmadrid)

Aunque en el tiempo añadido del segundo tiempo, el centrocampista culé Pedri fue expulsado por doble tarjeta amarilla (aproximadamente al minuto 90+10). Esa expulsión profundizó la dificultad del Barça para encontrar el empate en los instantes finales del partido, cuando más buscaba igualar.

Con este triunfo, el Real Madrid mantiene el primer lugar en la tabla y corta la racha invicta del Barcelona, que llegaba sin derrotas a este Clásico.

El Bernabéu celebró un nuevo capítulo de supremacía blanca en la rivalidad más intensa del fútbol mundial.