En una ceremonia histórica celebrada esta mañana en la Plaza de San Pedro, el papa León XIV canonizó a Carlo Acutis, conocido como el «influencer de Dios», convirtiéndolo en el primer santo millennial de la Iglesia Católica.

La misa de canonización inició a las 10:00 a.m. (hora local) y contó con la presencia de miles de fieles, peregrinos y jóvenes que viajaron desde distintos países para presenciar el momento en el que la Iglesia universal eleva a los altares a un adolescente que supo llevar el mensaje del Evangelio a la era digital.

Foto: Cortesía.

Carlo Acutis falleció en 2006 a causa de leucemia, a los 15 años de edad, pero dejó un profundo legado en la evangelización digital. Talentoso en informática, creó una exposición virtual sobre milagros eucarísticos que ha recorrido el mundo, lo que le valió el apodo de «ciberapóstol» o «influencer de Dios».

Nacido en Londres en 1991 y criado en Milán, Acutis mostró desde niño una fe fervorosa, a pesar de crecer en una familia poco practicante. Fue beatificado en 2020, tras el reconocimiento de dos milagros atribuidos a su intercesión: la curación de un niño brasileño con una rara malformación del páncreas y la recuperación milagrosa de una joven costarricense gravemente herida en un accidente.

En Asís, donde se encuentra la tumba de Carlo Acutis que cada año recibe cientos de miles de peregrinos, se instalaron pantallas gigantes para seguir la ceremonia en directo. Además, la diócesis organizó un tren especial que transportó a más de 800 personas hasta Roma para presenciar la canonización.

Foto: Cortesía.

El camino hacia la santidad de Carlo Acutis ha sido uno de los más rápidos en la historia reciente de la Iglesia. Normalmente, el proceso de canonización requiere al menos cinco años desde el fallecimiento del candidato y la comprobación de dos milagros, uno de ellos posterior a la beatificación. Sin embargo, el fervor popular y la claridad de su testimonio aceleraron el reconocimiento de su santidad.

Con la canonización de hoy, Carlo Acutis se convierte en un referente espiritual para las nuevas generaciones. Su vida sencilla, su amor por la Eucaristía y su capacidad de usar la tecnología para el bien lo presentan como un modelo de santidad cercano a los jóvenes de todo el mundo.

“Carlo nos recuerda que la santidad es posible para todos, incluso en el mundo digital”, dijo el papa León XIV durante su homilía, animando a los fieles a seguir su ejemplo de fe y compromiso cristiano.