La lucha contra los violentos cárteles en México, se ha convertido en un reto más para Claudia Sheinbaum, actual presidente del país, tras el macabro asesinato de Alejandro Arcos, de 43 años, quien hacía 6 días había asumido el cargo de alcalde de Chilpancingo, la segunda ciudad del estado de Guerrero.

Los daños causado por el huracán John, tenían concentrado a Arcos, quien estaba visitando algunas comunidades afectadas, llevando agua y otros suministros a los residentes. “Estamos trabajando a marchas forzadas para reabrir los caminos en las comunidades afectadas”, dijo en las redes sociales. “Juntas y juntos reconstruiremos Chilpancingo”.

Horas después su asesinato fue confirmado por la fiscalía general de Guerrero y otras autoridades estatales, el alcalde había sido decapitado, su cabeza fue encontrada encima de un automóvil y su cuerpo en el asiento del copiloto.

Foto: Cortesía.

Semanas antes, dos de sus asesores habían sido asesinados, y en una entrevista antes de su muerte, interpretó estos asesinatos como una "amenaza" para quien quiere luchar contra el crimen organizado.

El caso de Arcos es hasta ahora el asesinato más espeluznante de un político mexicano desde la toma de posesión de la presidente Claudia Sheinbaum la semana pasada.

Este cruel y macabro acto trajo a la memoria las tácticas utilizadas en los días más sombríos de la guerra contra el narcotráfico en México, cuando los criminales exhibían públicamente cadáveres descuartizados para aterrorizar a la población.

Por otro lado, la presidente de México, Claudia Sheinbaum, quien también asumió el cargo el 1 de octubre, dijo el lunes que las autoridades están investigando el crimen.