El ambiente previo al Miss Universo 2025, que tendrá lugar el próximo 21 de noviembre en Tailandia, se vio sacudido por una fuerte controversia durante un evento oficial.

La participante mexicana Fátima Bosch protagonizó un altercado con el dirigente Nawat Itsaragrisil, vicepresidente regional de la organización, quien la acusó públicamente de no cumplir un requerimiento promocional y la calificó de “dummy” en pleno live-stream.

El incidente ocurrió durante una sesión de presentación de las candidatas, donde Itsaragrisil exigió que las concursantes participaran en contenido promocional para el país sede.

Al centrarse en Bosch, la situación escaló hasta que el directivo solicitó el apoyo de seguridad para retirarla del recinto. En señal de respaldo, varias concursantes, incluyendo la actual reina del certamen, hicieron un walk-out en protesta por el trato. 

El conflicto ha generado un amplio debate sobre el respeto, la dignidad y el empoderamiento femenino dentro de la industria de concursos de belleza. La organización de Miss Universo emitió un comunicado asegurando su compromiso con la “seguridad, la integridad y el respeto de todas las participantes”.

Por su parte, Itsaragrisil se mostró visiblemente incómodo y ofreció disculpas públicas, aunque muchos consideran que sus comentarios y la acción de llamar a seguridad constituyen un segundo problema. 

Mientras la atención mediática se mantiene sobre este episodio, la participación de México, el papel de Bosch y la gestión de la organización serán observados de cerca hasta la gran final del certamen. La tensión podría marcar esta edición como una de las más polémicas en la historia reciente del evento.